“La filantropía bien planificada fomenta la cohesión familiar”

Rosa Madera, asesora de familias y empresas para invertir en causas sociales, explica cómo se ha desarrollado esta tendencia en Chile.

«Cuando tener más fortuna para ellos ya no es lo más trascendente, sienten como deber acelerar soluciones»

Cuando la abogada española Rosa Madera se reúne a conversar con una familia que desea aportar a una causa, lo primero que hace es escuchar atentamente. «Ellos me cuentan que es para devolverle la mano a la sociedad. Saben que son muy privilegiados, sienten un deber moral de apoyar iniciativas sociales y a la vez una enorme gratificación cuando lo hacen», comenta la abogada de la U. de Oviedo (España), máster en derecho comunitario en Saarbrucken (Alemania) y máster en administración pública de la universidad complutense (Madrid).

Rosa vive en Chile hace trece años y en 2008 fue una de las creadoras de la Asociación de Empresas familiares (AEF). En septiembre de 2011, Felipe Ibáñez, ex controlador de Lider, la llamó para «crear de cero» la Fundación Ibáñez Atkinson, que se fundó en 2012. Esta organización está dedicada a la cultura (música, lectura y emprendimientos), medio ambiente y la paz social. «Trabajé con una familia con mucha sensibilidad social con cuatro hijos. Pude viajar a EE.UU., Colombia, España y aprender cómo se gestionaban otras fundaciones familiares; además de recorrer Chile y conocer varias causas sociales», cuenta Madera, quien es parte del directorio de la Fundación Kennedy (conservación de humedales), asesora y socia del Capítulo Chileno de la Asociación Women in the Arts, directora de la fundación Celebraciones con Sentido (de Roberto Ibáñez), además de fundadora y directora de la organización Aportes de Gestión (que mejora el impacto de organizaciones sociales).

Actualmente, está asesorando a dos familias chilenas (cuyos nombres prefiere mantener en reserva) para la creación de sus fundaciones y a varias organizaciones en reformulaciones. Ella explica la filantropía como el uso de la riqueza para propósitos más profundos: «Cuando tener más fortuna para ellos y los suyos ya no es lo más trascendente, sienten como un deber acelerar soluciones a problemáticas que requieren tiempo, dinero y talento».

 

100 fundaciones en Chile

 

Su experiencia la llevó a fundar en 2016 la consultora de filantropía estratégica y de inversión social Empatthy juntos a dos abogados (Cristóbal Vásquez y Álvaro Cuevas) y también la fundación, del mismo nombre, dedicada a asesorar familias y grupos económicos que deseen iniciar un proyecto de inversión social. «Con las familias desarrollamos una metodología de talleres de uno o dos días, donde ellos van entendiendo cómo quieren aportar según sus valores e inquietudes; además, vemos programas exitosos para replicarlos o aliarse con ellos», dice Madera, quien da charlas a empresas chilenas (Banco de Chile, Cámara de Comercio de España) y universidades.

La ejecutiva dice que existen aproximadamente 100 fundaciones de grandes fortunas en Chile y que en los últimos diez años llegaron organizaciones extranjeras en conservación ambiental como TNC (The Natural Conservancy) y WCS (Wildlife Conservation Society). «Estas incentivaron a empresarios a buscar terrenos para conservar en Chiloé, Magallanes y la Patagonia; Tompkins inspiró a muchos en esta causa», dice.

—El estudio «Fundaciones y Filantropía», de la fundación IM TRUST (de 2016), dice que el 58% de las personas piensan que las donaciones de los empresarios son bajas o muy bajas y el 53% piensa que las empresas donan poco o muy poco…

—En Chile hay un crecimiento en los últimos años en fundaciones familiares y la posibilidad de apoyar causas motiva a algunos jóvenes que dicen no interesarse en temas financieros, pero sí lo están en la gestión de su patrimonio filantrópico. Es necesario superar las trabas que surgen entre donantes y beneficiarios para estar alineados. Los ciudadanos desconfían de las instituciones y piensan que existe poca transparencia en el uso de los fondos, pues en Chile el profesionalismo en las fundaciones aún es baja.

—¿Qué cambios legales ha habido en los últimos años que propicien la creación de fundaciones?

—En 2012 entró a regir la Ley Nº 20.500, que contiene la mayor reforma que haya tenido la regulación de las personas jurídicas sin fines de lucro del Código Civil. Su principal aspecto es la flexibilización de la forma de constitución de las corporaciones o fundaciones: hoy se realiza un acto constitutivo solemne que puede consistir en escritura pública o en escritura privada, pero suscrita ante una autoridad como notario, oficial del Registro Civil o funcionario municipal autorizado por el alcalde. Antes, esto se hacía en el Ministerio de Justicia y tardaba más de un año. Hoy en tres meses puede estar hecha una fundación, por lo que han proliferado.

—Eileen Rockefeller (bisnieta de Rockefeller) describe la filantropía como «el pegamento que ha mantenido mi familia unida durante 7 generaciones».

—En los directorios de empresas se escucha sobre dividendos, márgenes y competencia, pero en los directorios de fundaciones se habla de cómo solucionar problemas sociales, de cómo ayudar al prójimo, de inventar soluciones y de cómo mejorar la dinámica para llegar a más beneficiarios. En las fundaciones familiares, la filantropía bien planificada fomenta la cohesión familiar, contribuye al éxito de sus hijos y mantiene vivos sus valores.

—¿De qué manera?

—La filantropía permite cohesionar a los miembros de la familia a través de algo que les une e identifica; favorece la aparición de un sentimiento de orgullo y de pertenencia. Les permite vincularse a un campo de actuación filantrópico que los cohesiona y a la vez ayuda al prójimo.

 

Link de prensa: http://impresa.lasegunda.com/2017/10/03/A/U138D8OS/FQ38DCL8